Nacemos con un código genético heredado, mitad de nuestro padre y mitad de nuestra madre. Este código genético determina nuestro cuerpo y cómo funciona. Es decir, define las reglas. Pero, no todo está escrito en el genoma que hayamos heredado. Obviamente no podemos modificar el código genético con el que nacemos pero sí podemos modificar cómo se comporta. Esto es ciencia y se llama epigenética. ¿Cómo afecta la epigenética a la piel?
¿Cómo afecta la epigenética a la piel?
Las células de nuestra piel, como las del resto del cuerpo, contienen el mismo material genético. El material genético – ADN – son las instrucciones de nuestras células. Los mecanismos epigenéticos deciden cómo y cuándo tienen que expresarse.

Imaginemos el material genético como las notas de una partitura. La epigenética decide qué nota va a sonar.
A lo largo de nuestra vida, el epigenoma registra las experiencias, nuestro comportamiento y el ambiente que nos rodea. Por ello, todo lo que nos rodea afecta a cómo se comporta nuestra piel. Lo que sientes y cómo te afectan las cosas también influye.
El epigenoma es dinámico y va cambiando a lo largo de la vida. Los factores ambientales pueden modificar el estado epigenético e influir en cómo se comportan los genes.
Por ejemplo, si vives en una ciudad muy contaminada o estás muy expuesta al sol, a tu piel le tocará defenderse frente a un ataque masivo de radicales libres, capaces de dañar tus células. Esto afectará a su ciclo vital y funcionamiento de sus mecanismos, que comenzarán a fallar antes disminuyendo la longevidad de las células. Es decir, se acelera el envejecimiento.

De igual manera, tu estado de ánimo, las decisiones que tomas y cómo afrontas determinadas situaciones, como el estrés, afecta a cómo se regulan tus genes. Esto se refleja directamente en tu piel.

El envejecimiento del rostro está más relacionado con tu estilo de vida – epigenética – que por tu genética.
Epigenética y piel: ¿Cosméticos con potencial epigenético?
Como decíamos al principio, no podemos modificar la genética de nuestra piel, pero sí cómo se comporta. En cosmética existen líneas muy interesantes de investigación enfocados al búsqueda de activos que influyen en los mecanismos de regeneración de la piel, claves en el proceso de envejecimiento. Es decir, activos que optimicen la capacidad de la piel para adaptarse al medio y hacer frente a agresiones externas.
En resumen, la epigenética aplicada a la cosmética tiene dos estrategias:
- Que los genes viejos actúen como jóvenes.
- Evitar que los jóvenes envejezcan o que lo hagan más lento.
En el primer punto, aún queda mucho camino por recorrer. Se trata de encontrar activos capaces de modificar el epigenoma y esto supondría modificar cómo se comporta nuestro genoma. Además, si un activo cosmético fuera capaz de modificar de manera directa el epigenoma estaría actuando en el núcleo de la célula y entonces dejaríamos de hablar de cosmética para hablar de medicina.
Volvamos al presente….
El segundo punto nos recuerda que no estamos tan lejos. De hecho, la Academia Americana de Dermatología listó activos de uso común con potencial epigenético, como los péptidos, las sirtuinas, la glicerina (Sí, ¡la de toda la vida!) o los glicanos. Son activos que recuerdan a la piel como regenerarse y conseguir los nutrientes que necesita.
Tenemos en nuestro arsenal cosmético activos que protegen frente a las agresiones externas y daños provocados por el estilo de vida, como el estrés, la inflamación, la polución o el sol.
Prueba de ello son los famosos antioxidantes, que protegen del daño celular. O los filtros solares, que ayudan a mantener la piel sana.
Esto no se considera puramente epigenética. Pero lo que está claro es que, gracias a ellos, se evitan marcas epigenéticas que se darían sin su protección.
Por tanto, es una realidad decir que podemos evitar daños en las células que se traducirían en envejecimiento prematuro.

Rutina para combatir los efectos del estilo de vida y factores ambientales
En la parafarmacia online VistaFarma he dado con dos productos de la gama Lierac idóneos para una rutina que ayude a mi piel a combatir los daños externos del día a día.
PASO 1: Trata
Aportar antioxidantes a la piel supone mejorar su resiliencia. Es decir, su capacidad de hacer frente a las agresiones del ambiente que nos rodea, como la contaminación, el sol o el estrés.

Lierac Mesolift C15 concentrado revitalizador antifatiga es perfecto para combatir los signos del estrés o la contaminación en la piel.
Es un tratamiento de choque o cura para situaciones en las que por cansancio, la fatiga se refleja en el rostro.
- 15% de vitamina C pura: neutraliza toxinas y radicales libres con capacidad de dañar las células. Además, estimula la síntesis de colágeno para una piel más tersa.
- Complejo de oligoelementos para estimular la renovación celular de la piel.
- Aminoácidos y ácido hialurónico para mejorar los niveles de hidratación, flexibilidad y aportar un efecto relleno.
¿Cómo se aplica?
Lierac Mesolift C15 concentrado revitalizador antifatiga es una cura de 30 días. Debes aplicarlo mañana y noche, después de la limpieza. Posteriormente, puedes aplicar tu crema habitual.
El producto viene en dos ampollas, cada una para 15 días de uso.
- Paso 1: Retirar el anillo de seguridad
- Paso 2 : Presionar 20 veces
- Paso 3 : Sujetar boca abajo y agitar durante 15 segundos
- Paso 4 : Romper la parte superior de la ampolla
- Paso 5 : Aplicar sobre el rostro limpio.
Una vez que se ha activado, la vitamina C permanece activa durante 15 días. Después de este período de dos semanas se oxida, por lo que la ampolla ya no debe utilizarse.
Su fórmula es idónea para combatir los efectos de nuestro estilo de vida y el ambiente que nos rodea. Reforzar las defensas de la piel ayuda a mantener la salud celular y, en consecuencia, se retrasan y corrigen los signos del envejecimiento.
PASO 2: Protege
No debemos confundir protección con epigenética
No debemos confundir protección con epigenética. Pero, como he comentado antes, el simple gesto de aplicar un escudo diario sobre la piel supone evitar los cambios que los factores ambientales pueden producir en nuestro epigenoma. Esto se traduce en que podemos evitar el envejecimiento acelerado que se daría sin esa protección.

Lierac Sunissime Fluido BB Color Golden Spf50 + es un tratamiento de protección global y no solo por sus filtros de ultra amplio espectro. También incorpora activos capaces de combatir daños producidos por el ambiente para una piel revitalizada, saludable y luminosa.
- Protección de amplio espectro (UVA, UVB, infrarrojos y luz visible):
- Sistema de filtración patentado (UVA/UVB) + flavonoides vegetales (IR) + melanina fraccionada (VL):
- Protege la piel contra los signos visibles del fotoenvejecimiento: arrugas, pérdida de firmeza y manchas oscuras.
- Pro-taurina: Captura los radicales libres creados por los rayos UV y se transforma en taurina energizante: la barrera cutánea se fortalece, se estimula la renovación celular y se activa la hidratación celular.
- Ácido hialurónico: rehidrata y rellena la piel.
- Péptido activador del bronceado: Regula la pigmentación y para un bronceado más rápido y sin manchas oscuras.
- Pigmentos con color: ligero velo de pigmentos dorados que se adaptan a todos los tonos.
¿Cómo se aplica?
Cada mañana, como último paso de la rutina.
Un fluido BB protector con color que no solo protege, sino que también aporta un flujo de energía para la piel.

Hemos visto cómo afecta la epigenética a la piel. Hay factores que no podemos controlar y otros en los que la ciencia nos traerá buenas noticias en un futuro. A día de hoy, lo que sí puedes hacer es cuidarte con cosmética adecuada y mantener una dieta y estilo de vida saludable. Esto determinará positivamente los posibles cambios epigenéticos y cómo envejeces. La salud será el reflejo de tu belleza.
Vive con calidad el presente para llevar esa calidad al futuro.
Carmen Bauzá
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